OBESIDAD

CUANDO EL CULPABLE ES EL DUEÑO

“¡Que linda y gordita se ve mi mascota. Ella es feliz así, le encanta comer y dormir!”. Es una frase recurrente ya sea en las redes sociales, como en conversaciones entre amigos. Pues más que una frase divertida debiera ser una señal de alerta. Nuestra mascota puede estar OBESA. Sí, los animales también sufren de obesidad igual que los seres humanos, y el “más gordito es más bonito” en ningún caso aplica.

Se estima que entre un 20% y un 40% de los animales de compañía sufren de obesidad, según la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA, por sus siglas en inglés). Esto se presenta especialmente en aquellos que viven en departamentos o que sus dueños no tienen tiempo para dedicarles.

Comer en exceso y no realizar ejercicio físico son hábitos poco saludables en los animales y que los llevan directo al sobrepeso.

¿MI MASCOTA TIENE SOBREPESO?

La forma más rápida para darte cuenta si tu mascota es obesa o simplemente robusta es mirándola detenidamente.

EL PERRO: Físicamente podemos notar que a simple vista el animal tiene un aspecto más grande de lo normal (tiene entre un 15% y un 30% más de peso que el estándar); al palpar su tórax no podemos contar ni diferenciar las costillas debido al exceso de grasa; tiene grasa acumulada en el área lumbar y en la base de la cola; su abdomen es tan ancho como el pecho.

En otro plano, le cuesta moverse, saltar y por eso mismo juega menos y al realizar el menor ejercicio se cansa. Así también, podemos observar su pelaje opaco y poco suave. Otra característica es que duerme menos, está malhumorado, y por supuesto, no puede dejar de comer mientras tenga comida en el plato.

EL GATO: Está obeso cuando el peso excede en un 20% a 30% de su peso corporal ideal. Como valores orientativos para razas medianas tenemos:
Hembra: 3 a 4 kg (Normal) 4 Kg (Sobrepeso) 5 Kg (Obesa)
Machos:
4 a 5 kg (Normal) 5kg (Sobrepeso) 6 Kg (Obeso)

Otra alternativa es preguntarle a un conocido. Como vemos todos los días a nuestra mascota, puede que no nos demos cuenta que está engordando mucho. Además, a nivel visual podemos hacer observaciones. A continuación les presentamos un cuadro didáctico de las condiciones de los perros y gatos. En ambos casos observa al animal desde arriba.

¿PORQUÉ ENGORDÓ TANTO?

El sobrepeso se produce cuando los nutrientes que el animal ingiere son mayores a la demanda de energía que tiene su organismo, y esto sucede cuando no seguimos las instrucciones de los envases de alimento y le damos a nuestra mascota una cantidad superior a la recomendada, les mantenemos su plato lleno, o bien nos dejamos manipular –entre otras cosas nos ataca el sentimiento de culpa por dejarlo el día entero para ir a trabajar– y le damos golosinas o toda la comida que quiere (las sobras son fatales para el sobrepeso).

Al mismo tiempo, no nos damos el espacio para jugar con la mascota o sacarla a pasear por lo que su gasto de energía se reduce a pararse a comer y volver a dormir. Aunque es importante aclarar que existen otros factores determinantes, tales como:

Genética (raza), los perros mestizos, Labrador, Collie, Cocker, Basset Hound, Rotweiller, Golden Retriever, Bullmastiff, Carlino, Pekinés, Beagle, Pastor de las Shetland, Caniche, Teckel y Cairn Terrier, son más propensos. Así también, los gatos Mestizos, Maine Coon, Bosque de Noruega, Neva Masquerade y Cornish Rex.

La esterilización suele provocar aumento de apetito en las primeras semanas después de realizada, si no lo controlamos a tiempo, puede ser un detonante.

La edad, a medida que envejecen las mascotas dejan de hacer ejercicio y por ello debemos darles alimentos adecuados a su edad y a su poco gasto de energía.

Algunas enfermedades como las de carácter endocrino, o las que limitan la actividad física (artrosis, problemas res- piratorios o cardiovasculares).

Medicamentos tales como los anticon- vulsivantes y corticoides pueden provocar un incremento del apetito.

Alimentos de baja calidad, generalmente son altos en grasa.Entre los factores que agravan la obesidad están los alimentos muy palatables –aumentan la demanda de alimentos–.

Propietarios permisivos, con sobrepeso, ancianos y que viven solos.

Uso de diferentes tipos y/o marcas de alimentos en el mismo día (aumenta el consumo global).

Debemos controlar la alimentación de nuestras mascotas, debido a la peligrosidad de el exceso de peso

¿QUÉ TAN PREOCUPANTE ES QUE MI MASCOTA ESTÉ OBESA?

Esta enfermedad crónica no es un problema estético, puesto que puede provocar graves trastornos físicos e incluso acortar la vida del animal. Entre otras cosas, existe mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, visuales, digestivas, cáncer, se reduce la esperanza de vida, puede surgir diabetes, así como problemas respiratorios, menor resistencia inmunológica, enfermedades cutáneas, dificultad de movimiento (que conlleva a enfermedades relacionadas con músculos y huesos). También se pueden presentar trastornos del comportamiento y por supuesto, mayor riesgo en intervenciones quirúrgicas.

En los gatos, adicionalmente pueden producirse Síndrome Urológico Felino, Cistitis y Lipidosis Hepática, envejecimiento prematuro, problemas de comportamiento, cristales de orina, problemas hormonales, y un largo etcétera.

SOLUCIÓN

Como en la gran mayoría de las enfermedades de las mascotas, lo mejor para todos es la prevención.

Una alimentación adecuada a la edad, raza, tamaño y condición es lo mejor, y si a esto se suma una buena cantidad de ejercicio, mucho mejor. No olvides siempre llevar a tu gat@ o perr@ al veterinario, el (ella) puede ser tu mejor orientador en este sentido.

Si sospechas de esta enfermedad, los pasos a seguir obligatoriamente son: evaluación médica global, que permita determinar la magnitud del sobrepeso u obesidad; diagnóstico y tratamiento de enfermedades concomitantes (diabetes, artrosis, endocrinopatía, etc); y la elaboración de un plan de pérdida de peso con dieta y programa de ejercicios. Entre otras cosas, el doctor te dirá la cantidad diaria de alimento y número de veces de acuerdo a su edad, cantidad de sobrepeso, raza y posibles enfermedades que tenga. Recuerda que la pérdida de peso debe ser progresiva y gradual, debes armarte de paciencia y ser realista en los objetivos que te propones. Te deseamos la mejor de las suertes en este proceso, cuya finalidad es que tu mascota esté sana y feliz.

Perros

Dieta:No se trata de bajar la cantidad de alimento que le das, ya que puedes producir malnutrición. Tu perr@ debe alimentarse con comida específica para bajar de peso. Muchas marcas comerciales ofrecen alimento destinado a este fin. Nunca lo hagas pasar hambre para que pierda peso rápidamente, corre el riesgo de ponerse gravemente enfermo.

Carbohidratos y grasas al mínimo. La dieta deberá ser rica en proteínas, para así eliminar las grasas de su cuerpo y aumentar su masa muscular. La fibra también le hará muy bien, porque aumentará su sensación de saciedad y mejorará su digestión.

Horarios de alimentación. Hacer- los fijos y no permitir que tu perro tenga a la mano comida cada vez que lo desee.

No más golosinas ni sobras de comida casera. Elimina las latas de alimento o dieta húmeda. Busca alternativas saludables para premiarlo, tales como frutas y verduras.

Aumenta el gasto de energía.

Caminar te hace bien a ti y a tu perr@. Aumenta el tiempo y la distancia que recorren. No pretendas que tu mascota, que casi ni se mueve de su cama, de un día para otro se lance a entrenar la maratón. Y ni se te ocurra sacarlo en un horario con alta temperatura porque puede sufrir un shock de calor.

Juegos. Aumenta la cantidad de juegos que realizas con tu perr@, pero sin sobrepasarte. Salvar obstáculos, saltar o jugar en el agua ayudan a quemar calorías, reducen el apetito y estimulan el

metabolismo.
Observa su respiración para no producir agotamiento. Recuerda que la obesidad trae consigo problemas respiratorios y cardíacos.

Ponte también en forma. Las personas con sobrepeso tienen 5 veces más posibilidades de tener una mascota con el mismo problema.

Agua. Debes hacer que beba tanta como sea posible.

Control. Debes comprobar regularmente los logros obtenidos con ayuda de una balanza. Anota los cambios que observas.

¿Más mascotas? No los alimentes al mismo tiempo, a no ser que los puedas supervisar. El perr@ a dieta puede comerse la ración de los demás.

No descartes otros orígenes de la obesidad. Si ves que con estos cambios realizados no se producen diferencias sustanciales, la enfermedad de tu perr@ puede tener otro origen, tanto genético como físico o una enfermedad metabólica. Por eso es tan importante que este proceso lo lleves a cabo de la mano de un médico veterinario.

Gatos

Veterinario. Debe verl@ un doctor para descartar enfermedades que pudieran estar causando la obesidad, o bien que sean provocadas por ésta. El facultativo podrá indicarte el grado

de sobrepeso y las medidas a tomar. Es aconsejable hacerle análisis de sangre.

Control: Debes comprobar semanalmente los avances o retrocesos. Pésate primero solo (a) y luego hazlo cogiendo al gat@.

Alimentación: Horarios fijos y cantidades establecidas por el doctor. Jamás dejes que tu felino decida cuanto comer ni tampoco rellenarle el plato cada vez que está vacío.

La comida seca que le des a tu gat@ debe ser de calidad, porque traen menor contenido de grasa. Se recomiendan los desarrollados especialmente para mantener o bajar el peso. Tu médico deberá determinar si debes cambiar a este tipo de comida o puedes seguir con la habitual disminuyen- do en cantidad (la disminución no debe ser superior a un 25% porque puede enfermar seriamente). Recuerda hacerlo gradual- mente.

Olvídate de los extras. Ponte firme, no te dejes manipular por esas miradas de “gato con botas” que nos ponen para lograr lo que quieren.

Los gatos no deben perder más del 1% de su peso por semana y debe ser bajo control veterinario. El metabolismo felino es muy delicado, comparado con el del perro o el del ser humano, y es que tienen un hígado que metaboliza de manera más lenta las toxinas, por lo que cuando se rebaja la ingesta de calorías, su hígado fe- lino puede enfermar de Lipidosis hepática. Nunca dejes a tu gato sin comer nada un día entero (dietas de choque) ya que es muy contraproducente.

Estrés. Éste puede causar un aumento en la ingesta de comida. Si es así, averigua la causa y soluciónalo (mudanza, extraños en la casa, ruidos, enfermedad, aburrimiento). Hay alternativas con feromonas y hierbas.

Actividad física. Si bien no puedes sacarlos a pasear, en casa puedes jugar con ellos. No se entusiasman con cualquier cosa, y menos si están con sobrepeso u obesos. Los mejores juguetes son los que les hacen despertar su instinto cazador, como los punteros láser, los que imitan una caña de pescar, pelotas, rascadores para trepar o un compañero. Dedica 20 minutos diarios a esta tarea, sobre todo si no tiene jardín para explorar.

Protesta. Es muy normal que a tu gat@ no le gusten las nuevas medidas, no cedas. Esto es para mejorar su salud.

Otras causas. Si no logras que adelgace y has seguido a rajata- bla las instrucciones, habla con su médico porque la obesidad puede tener otras causas.

Paciencia. La reducción de peso debe ser y será paulatina por lo que tomará tiempo.

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